Brock
No sabemos nada
No s� porque te pierdo cada vez que me equivoco,
no s� como estar cuerdo si me acuerdo que estoy loco,
no s� porque eres hielo y me congelas poco a poco,
no s� porque soy fuego y te quemo cuando te toco.
No s� a que huele el suelo sin t� sol de madrugada,
no se a que huele el cielo sin t� luna reflejada,
no s� ponerte precio, no s� si vales "nada",
no s� si tus silencios hablan m�s que tus miradas.
No s� si promet� o romp� lo prometido,
no s� si yo tej� las telas de t� vestido,
no s� si te sent� o solo so�� contigo,
no s� si te perd� o es que nunca te he tenido.
No s� si estas distante,
no s� si estas ausente,
no s� si fue bastante con darte lo suficiente,
no s� que es mas cobarde,
ni s� que es mas valiente,
amarte en un instante u olvidarte lentamente.
No sabes de mi herida sin saber como hiere,
no sabes que es la vida hasta que no sabes que mueres,
no sabes como soy, ni sabes como eres,
no sabes como duele el que no sepas lo que quieres.
No sabes porque aguantas la oscuridad que aguanto,
no sabes si mis mantas siguen cantando tus llantos,
no sabes del veneno del verso que yo te canto,
podr� echarte de menos pero t� no sabes cuanto.
No sabes si te alejas, no sabes si me alejo,
no sabes que refleja t� reflejo en este espejo,
no sabes si me dejas, no sabes si te dejo,
no sabes que estoy cerca por mucho que t� est�s lejos.
No sabes que destruyo mi alma por ser fuerte,
no sabes que mi orgullo me impide volver a verte,
no sabes que vender�a mi vida a la misma muerte
y que la comprar�a por volver a conocerte.
No saben de rencor, no saben de clemencia,
no saben del amor los que no sufren tu ausencia,
no saben esas fotos que me recuerdan t� olvido,
no saben de nosotros los rostros desconocidos.
No saben los heridos de nuestras noches de guerra,
no saben de nuestras flores agricultores de tierra,
no saben los term�metros de t� fr�a arrogancia,
no saben los kil�metros de amor en la distancia.
No saben esos ojos, no saben esas lenguas,
no sabe el cielo rojo de la luna que no mengua,
no saben esas voces del cuento que nos contamos,
no saben los relojes del tiempo que nos amamos.
No saben esas cruces de la fe y de la locura,
no saben esas luces de hacerte el amor a oscuras,
no saben Benedetti Machado y Pablo Neruda
por no tenerte al lado viendo t� poes�a desnuda.