Nacho Vegas
Canci�n de Isabel
Me dicen: Ya te volveremos a llamar,
pero no lo har�n; lo s� muy bien.
Estoy en la calle y s�lo puedo pensar
en la manera de dec�rselo a Isabel.
Tras la puerta escucho c�mo toca en su viol�n
algo triste y yo no s� qu� vamos a hacer.
No es un buen momento, porque en Navidad
nacer� nuestro primer beb�.
Conozco mi suerte demasiado bien
pero al o�r su voz me siento algo mejor.
Ella dice que las cosas cambiar�n.
Yo la abrazo y permanezco as�, y as� se esconde el sol.
En este viejo coche no se est� tan mal;
llevo aqu� desde hace un mes con Isabel.
Pero el invierno muy pronto llegar�
y nuestro hijo con �l.
Ya no cobro el paro; Isabel no toca su viol�n.
Hace fr�o y ella no se encuentra bien.
He visto un abrigo en el centro comercial.
No tengo dinero pero me he de hacer con �l,
as� que robar� para ella, robar� para Isabel.
Lo hago y trato de escapar pero alguien por detr�s
me golpea y me he debido desmayar
pues despierto en una celda gris y no consigo recordar.
Llevo dos semanas sin saber de Isabel.
Me dan cuatro hostias y me dejan libre al fin.
Vuelvo al viejo coche y me la encuentro tiritando;
est� enferma y alguien le ha robado su viol�n.
Me desnudo y con mis ropas la trato de abrigar;
yo mant�ngome en calor con un poco de alcohol.
Le consigo agua y algo de comer.
En unos d�as se pondr� mejor, lo s�.
Pero esta ma�ana cuando al fin brillaba el sol
Isabel no despert�; siquiera lo intent�.
Se me fue con nuestro hijo en su interior;
al menos no podr� acabar igual que yo.
Isabel se fue a un lugar mejor;
yo no tuve el valor para ir detr�s.
Con aquel abrigo habr�a entrado en calor,
s�lo espero que me sepa perdonar.
Pero fue mi culpa, y por ella pagar�...
�Hoy estoy en deuda!
Al fin lo veo claro; ahora s�
cu�l es mi misi�n aqu�:
tengo una navaja; esta misma noche har�
un abrigo con mi piel, pondr� Isabel en �l.
Queda algo de vodka; aliviar� el dolor.
Si comienzo pronto podr�a acabar al amanecer